El proyecto oficial de urbanización y edificación de un núcleo urbano de nueva planta en las tierras altas del cortijo de Villalón se rigió por la política, demográfica y económica, de reforma agraria desplegada por el Estado a través del extinto Instituto Nacional de Colonización (INC), después Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) y antecesor del Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA), durante los años sesenta y setenta del siglo XX, en los estertores ya del Tardo-franquismo, con la vocación deliberada de estimular la expansión y consolidación de los nuevos regadíos de la cuenca hidrográfica del río Guadalhorce: Villafranco del Guadalhorce (Alhaurín el Grande, 1962), Santa Rosalía (Málaga, 1965), Nueva Aljaima (Cártama, 1965), Cártama Ampliación (Cártama, 1965), Torrealquería (Alhaurín de la Torre, 1965), Cerralba (Pizarra, 1965) y Zalea (Pizarra, 1968), la penúltima según proyecto técnico del ilustre arquitecto matritense del INC José Luis Fernández del Amo Moreno (1914-1995), quien no sólo ideó y subscribió tal proyecto, perfecto arquetipo de la “ordenación urbanística en acrópolis” ajustado luego a una escala menor por su colega Perfecto Gómez Álvarez para Zalea, sino que concibió además el nombre mismo de Cerralba cuando hizo esta confidencia a su laureado discípulo el catedrático Antonio Fernández Alba, hoy académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1989) y de la Real Academia Española (2004), durante un amanecer de 1965: “Este nuevo poblado se debe denominar lo que estamos viendo, un cerro al alba, Cerralba”.
Vista panorámica de Cerralba desde Fuente Luna, foto tomada en noviembre de 2010
La Doctora Mª del Mar Loren Méndez, Profesora del Departamento de Historia, Teoría
y Composición Arquitectónicas de la Universidad de Sevilla, ha delineado las líneas
maestras de este proceso histórico en el artículo de su autoría titulado “Asentamientos
rurales metropolitanos. Colonización rural y segunda colonización del Valle del
Guadalhorce en la aglomeración urbana de Málaga”, inserto en la obra colectiva Pueblos de Colonización durante el
Franquismo: la arquitectura en la modernización del territorio rural,
Sevilla, 2008, páginas 453-466, y cuya autora enfatiza la significación
histórica y valía arquitectónica distintivas de la “Acrópolis de Cerralba”.
Según el historiador eclesiástico Lisardo Guede Fernández, autor del
libro Ermitas de Málaga (Málaga,
1987) la Iglesia
Parroquial de Nuestra Señora de Rosa de Cerralba fue erigida
canónicamente el día 29 de septiembre de 1971 bajo el pontificado de Ángel
Suquía Goicoechea, a la sazón Obispo Diocesano de Málaga (1969-1974). El culto
de la Virgen
de la Rosa, cuya
imagen es venerada y procesionada en romería por sus moradores, oriundos de las
Casillas de Díaz y los campos de Coín, cada día 7 de junio, provino de la
extinta Iglesia Parroquial de la
Villa de Casapalma.
El día 24 de enero de 1989 el IARA transfirió finalmente la competencia
administrativa sobre Cerralba al Ayuntamiento de Pizarra, a cuyo
municipio pertenece pues de pleno derecho desde entonces.
Alejandro Rosas Fernández
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