Bienvenido/a a Pizarra

Desde el centro Guadalinfo de Pizarra queremos daros la bienvenida a este blog. Se trata de un nuevo espacio donde todos los/as pizarreños/as o amantes de este lugar puedan ver las imágenes que vamos a ir recopilando. En este blog iremos publicando las fotografías e información que queráis compartir. Estamos convencidos que entre todos/as podemos realizar un bonito y emocionante álbum donde vamos a poder comprobar como ha cambiado nuestra sociedad, la economía, el paisaje, las calles, etc., de nuestro pueblo. Para más información y facilidad de participación se ha creado una Página de Facebook donde también podéis subir fotos y estar al tanto de las últimas publicaciones. Cualquier duda o consulta la podeís hacer al correo electrónico pizarraenelrecuerdo@gmail.com

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martes, 26 de marzo de 2013

Un profesor de los de antes

Conocemos hoy, o más bien recordamos a Francisco García, más conocido en la époco como "Paco el del almacén". Nació en el año 1887. Era un hombre muy culto y se ofrecía a dar clases a los adultos cuando venían de trabajar del campo. El almacén estaba ubicado en la barranquilla de la calle Málaga donde hace unos años había un bar.

Francisco García en 1910

La foto ha sido donada por su nieta Toñi Franco García, que no pudo conocerlo en vida. Sirva esta pequeña mención en este blog como homenaje.

jueves, 21 de marzo de 2013

Vista general de Pizarra

Vista general de Pizarra por Juan Temboury, foto que podemos apreciar gracias a su pertenencia al "Legado Temboury".

Un camarero de la época

Esta bonita foto ha sido donada por Antonio Nieto "el cordobés" en su etapa de camarero en el Bar 20 años de la calle Nueva. La mujer que aparece frente a él era en esa época su novia que luego pasó a ser su esposa, Francisca Díaz.


Se puede apreciar en la foto la sencillez en la decoración del bar, cómo era la máquina de café y las estanterías de vasos para el café o el vino.

Plaza del Ayuntamiento

Hoy compartimos una foto donada por María Montero a través de la página de Facebook de "Pizarra en el Recuerdo" (http://www.facebook.com/pages/Pizarra-en-el-recuerdo/408220845939422).


Según nos indica Toñi Franco García nos indica a través de Facebook que este señor es "Paco el Curita" pero otras personas confirman que es familiar suyo y que se trata de Manuel "de la cantina" y que en esa foto tenía 22 años, y como nació el 5 de Abril de 1901 entonces la foto debe ser de 1923 aproximandamente.La foto está tomada en la Plaza del Ayuntamiento, posiblemente desde la perpendicular con la calle Alta y en dirección a la calle Real.

miércoles, 20 de marzo de 2013

Foto del Colegio (Curso 1946-1947)

Típica foto escolar de la época que solemos ver en las películas de las postguerra civil española. Gracias a Fuensanta Ruíz Acedo por su colaboración con este Blog.


La foto corresponde al Curso Escolar 1946-1947 y en ella se puede apreciar a los hermanos María y Antonio Ruíz Villalobos.

Antigua chacina de la calle Lealtad

En la foto puede apreciarse a cuatro trabajadoras de la antigua chacina que había en la calle Lealtad, donde ahora existe un almacen de granos. La foto data de 1959 y ha sido donada por Fuensanta Ruíz Acedo.


Las personas que aparecen en la foto son, de izquierda a derecha: María "Boqueta", Isabel Ruiz Sturla (prima de Rafael Sturla, exalcalde de Pizarra y Director de Unicaja), Fuensanta Infantes (hermana de Reme Infantes que actualmente tiene una carnicería en la calle García Lorca) y Francisca Acedo Gutiérrez, madre de Fuensanta Ruíz Acedo, más conocida en el pueblo como "Paquita la pocojata".

Feria de 1957

Típica foto de la Feria de Pizarra que tanto hace disfrutar a los pizarreños y pizarreñas como puede apreciarse en esta imagen aportada por Fuensanta Ruíz Acedo.

La foto está tomada en la calle Málaga en el año 1957 al parecer durante la Feria de Pizarra. La persona de la izquierda con bigote y sombrero en la mano es Francisco Villalba Escudero y el de la derecha que tiene una gorra es Antonio Ruíz Villalobos, padre de Fuensanta Ruíz Acedo, y más conocido como "Antoñito de la bebida".

Huerta de D. Cristóbal nevada en 1954

Bella estampa de la huerta de D. Cristóbal durante la nevada de 1954. Las dos personas que aparecen en la foto no han sido identificadas pero el lugar parece ser el actual Parque Fernando Vergara "Parque Amarillo".


La foto ha sido facilitada por Alejandro Rosas Fernández.

Notas introductorias a la historia de Cerralba


El proyecto oficial de urbanización y edificación de un núcleo urbano de nueva planta en las tierras altas del cortijo de Villalón se rigió por la política, demográfica y económica, de reforma agraria desplegada por el Estado a través del extinto Instituto Nacional de Colonización (INC), después Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) y antecesor del Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA), durante los años sesenta y setenta del siglo XX, en los estertores ya del Tardo-franquismo, con la vocación deliberada de estimular la expansión y consolidación de los nuevos regadíos de la cuenca hidrográfica del río Guadalhorce: Villafranco del Guadalhorce (Alhaurín el Grande, 1962), Santa Rosalía (Málaga, 1965), Nueva Aljaima (Cártama, 1965), Cártama Ampliación (Cártama, 1965), Torrealquería (Alhaurín de la Torre, 1965), Cerralba (Pizarra, 1965) y Zalea (Pizarra, 1968), la penúltima según proyecto técnico del ilustre arquitecto matritense del INC José Luis Fernández del Amo Moreno (1914-1995), quien no sólo ideó y subscribió tal proyecto, perfecto arquetipo de la “ordenación urbanística en acrópolis” ajustado luego a una escala menor por su colega Perfecto Gómez Álvarez para Zalea, sino que concibió además el nombre mismo de Cerralba cuando hizo esta confidencia a su laureado discípulo el catedrático Antonio Fernández Alba, hoy académico numerario de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (1989) y de la Real Academia Española (2004), durante un amanecer de 1965: “Este nuevo poblado se debe denominar lo que estamos viendo, un cerro al alba, Cerralba”.

Vista panorámica de Cerralba desde Fuente Luna, foto tomada en noviembre de 2010


La Doctora Mª del Mar Loren Méndez, Profesora del Departamento de Historia, Teoría y Composición Arquitectónicas de la Universidad de Sevilla, ha delineado las líneas maestras de este proceso histórico en el artículo de su autoría titulado “Asentamientos rurales metropolitanos. Colonización rural y segunda colonización del Valle del Guadalhorce en la aglomeración urbana de Málaga”, inserto en la obra colectiva Pueblos de Colonización durante el Franquismo: la arquitectura en la modernización del territorio rural, Sevilla, 2008, páginas 453-466, y cuya autora enfatiza la significación histórica y valía arquitectónica distintivas de la “Acrópolis de Cerralba”.

Según el historiador eclesiástico Lisardo Guede Fernández, autor del libro Ermitas de Málaga (Málaga, 1987) la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de Rosa de Cerralba fue erigida canónicamente el día 29 de septiembre de 1971 bajo el pontificado de Ángel Suquía Goicoechea, a la sazón Obispo Diocesano de Málaga (1969-1974). El culto de la Virgen de la Rosa, cuya imagen es venerada y procesionada en romería por sus moradores, oriundos de las Casillas de Díaz y los campos de Coín, cada día 7 de junio, provino de la extinta Iglesia Parroquial de la Villa de Casapalma.

El día 24 de enero de 1989 el IARA transfirió finalmente la competencia administrativa sobre Cerralba al Ayuntamiento de Pizarra, a cuyo municipio pertenece pues de pleno derecho desde entonces.

Así Cerralba como Zalea, sumamente reconocido entre los arquitectos contemporáneos el valor patrimonial inherente a la tipología arquitectónica característica de la colonización agraria malagueña del siglo XX, se hallan inscritas entre las 1.100 obras inventariadas que componen en la actualidad el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea (RAAC) del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Alejandro Rosas Fernández

Notas introductorias a la historia de Zalea

El topónimo de Zalea es centenario, muy anterior desde luego a la fundación del núcleo contemporáneo de población de este nombre. Tanto los protocolos notariales del siglo XVIII como los documentales cartográficos del siglo XIX reflejan nítidamente la llamada "Haza de la Zalea" como parte integrante de las extensas tierras del cortijo de los Amasaderos, hoy de Rebollo, en la margen izquierda del Arroyo de Casarabonela, afluente entonces caudaloso del río Guadalhorce que alimentaba una exhuberante vega poblada de cítricos y otras especies frutales. La "Hoja de la Zalea", como también figura en la cartografía catastral fue, sin embargo, siempre tierra de labor de secano debido al relieve montuoso y a la composición arcillosa del suelo. A lo largo de los siglos modernos la "Haza de la Zalea del Cortijo de los Amasaderos" integró el señorío jurisdiccional y rico mayorazgo de los Condes de Casapalma y otros títulos del reino.

Vista panorámica de Zalea desde la Sierra de Gibralgalia, foto tomada en diciembre del 2008

Tanto las fuentes documentales como la tradición oral testimonian además la existencia de otro paraje discernido con idéntico topónimo, los "Llanos de la Zalea", también denominado el "Llano (del) Francés", para designar la llanura donde precisamente se elevan hoy las casas y calles de Zalea. Estas otras tierras, estratégicamente situadas entre la Cañada Real de Ronda (Arroyo de Casarabonela), la Cañada Real de Sevilla (Arroyo de las Cañas) y el Camino de Álora a Coín, engrosando la cabida del Cortijo del Lobo, secularmente propio de los Condes de Casapalma y últimamente de los Condes de Mieres, constituyeron otrora un frecuentado descansadero de los hatos de ganado ovino de los pastores de antaño. Allí, en medio del llano, brotaba una laguna o charca de agua, donde los pastores abrevaban sus ovejas, las sesteaban a su frescura bajo el rigor del mediodía y las esquilaban al atardecer de los días de junio, desprendiéndolas de su lana, antes de apacentarlas entre los rastrojos durante las tibias y estrelladas noches de estío puesto que, como es conocido, los óvidos se alimentan de noche en verano. Los animales perecidos eran desollados para, lavándolas y secándolas, aderezar a continuación sus preciadas pieles como zaleas, es decir, "cuero de oveja o carnero, curtido de modo que conserve la lana, empleado para preservar de la humedad y del frío" según la definición del DRAE. La charca, ya drenada, se situó en el centro mismo de la población actual. De los Llanos de Zalea desciende la cañada asimismo titulada de los Llanos, torrentera tributaria del arroyo de las Cañas por su margen derecha ciñendo el pie de la ladera septentrional del Cerrajón.

El proyecto oficial de urbanización y edificación de un núcleo urbano de nueva planta en los Llanos de Zalea, cuyo nombre adquirió entonces y perpetúa ahora, se rigió por la política, demográfica y económica, de reforma agraria deplegada por el Estado a través del extinto Instituto Nacional de Colonización (INC), después Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (IRYDA) y antecesor del Instituto Andaluz de Reforma Agraria (IARA), durante los años sesenta y setenta del siglo XX, en los estertores ya del Tardofranquismo, con la vocación deliberada de estimular la expansión y consolidación de los nuevos regadíos de la cuenca hidrográfica del río Guadalhorce: Villafranco del Guadalhorce (Alhaurín el Grande, 1962), Santa Rosalía (Málaga, 1965), Nueva Aljaima (Cártama, 1965), Cártama Ampliación (Cártama, 1965), Torralquería (Alhaurín de la Torre, 1965), Cerralba (Pizarra, 1965) y Zalea (Pizarra, 1968), esta última según proyecto técnico del arquitecto del INC Perfecto Gómez Álvarez, quien lo concibió como una reformulación a escala menor del arquetipo de ordenación urbanística en acrópolis de Cerralba ("Cerro al alba") ideado y subscrito, topónimo inclusive, por su ilustre colega matritense José Luís Fernández del Amo Moreno (1914-1995) en 1965.

La Doctora Mª del Mar Loren Méndez, Profesora del Departamento de Historia, Teoría y Composición Arquitectónicas de la Universidad de Sevilla, ha delineado las líneas maestras de este proceso histórico en el artículo de su autoría titulado "Asentamientos rurales metropolitanos. Colonización rural y segunda colonización del Valle del Guadalhorce en la aglomeración urbana de Málaga", inserto en la obra colectiva Pueblos de Colonización durante el Franquismo: la arquitectura en la modernización del territorio rural, Sevilla, 2008, páginas 453-466.

Según el historiador eclesiástico Lisardo Guede Fernández, autor del libro Ermitas de Málaga (Málaga, 1987) la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Paz de Zalea fue erigida canónicamente el día 20 de septiembre de 1971 bajo el pontificado de Ángel Suquía Goicoechea, a la sazón Obispo Diocesano de Málaga (1969-1974). La imagen sagrada de San Isidro Labrador, venerada y procesionada en romería por los fieles zaleanos cada 15 de mayo, día de su festividad, provino de la extinta escuela-capilla rural de Rebollo, una de las doscientas cincuenta diseminadas por todos los confines de la diócesis en un solo lustro por Ángel Herrara Oria, Obispo de Málaga (1947-1966) y Cardenal de la Iglesia Romana (1965-1968) merced a la Ley de 16 de diciembre de 1954 y su institución del Patronato Mixto para el Plan Quinquenal de Educación Primaria.

El día 24 de enero de 1989 el IARA transfirió finalmente la competencia administrativa sobre Zalea al Ayuntamiento de Pizarra, a cuyo municipio pertenece pues de pleno derecho desde entonces.

Así Zalea como Cerralba, sumamente reconocido entre los arquitectos contemporáneos el valor patrimonial inherente a la tipología arquitectónica distintiva de la colonización agraria malagueña del siglo XX, se hallan inscritas entre las 1.100 obras inventariadas que componen en la actualidad el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea (RAAC) del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.
Alejandro Rosas Fernández
Artículo publicado en "Apuntes Históricos de Pizarra"
Boletín del Ayuntamiento "Pizarra Información" nº11 (Febrero 2011)

sábado, 16 de marzo de 2013

La Fuente de la Muñeca

La fuente pública nombrada de la Muñeca radicó en la intersección de las calles Lealtad e Independencia donde daba frente al solar del moderno Colegio Público de Nuestra Señora de la Fuensanta, entonces un llano o ejido (del latín exitus, "salida") donde se festejaba la feria de la villa cada 15 de agosto y los niños corrían infatigables disputándose el pase de un balón de fútbol.

La Muñeca, situada en la Plaza de la Cultura (Año 2010)

Una estatua femenina, la muñeca, coronaba un pilar circular de obra de fábrica de ladrillos vistos guarecido por esbeltos álamos blancos. La elegante figura de una ninfa, quizás la divina Cloris/Flora, fundida en metal, denotaba un notorio influjo de la estatuaria clásica: el cabello anudado en trenzas y prendido de espigas, el delicado lazo pendiente sobre el cuello inclinado, el rostro de finas facciones, mirada dulce y labios sonrientes, el brazo elevado y el otro con flores y espigas en la mano, el talle gentil del cuerpo arqueado en incurvación praxitélica, la espalda desvestida, los senos desnudos y el abdomen ceñido por la cinta de un camafeo helenístico, la túnica desdoblada en pliegues infinitos que descubren los pies descalzos ... todo en ello evocaba la fugacidad de la belleza corpórea mediante la eternidad del arte escultórico.

La corporación municipal resolvió, en capítulo celebrado el día 8 de mayo de 1863 bajo la presidencia del alcalde D. José de Rosas Díaz, de feliz memoria, la erección de una fuente pública en el Mazacote del Ejido, entre las cuatro manzanas delineadas y adjudicadas a los inversores D. Tomás Heredia Livermore, D. Enrique Crooke Manescau, D. Eduardo Loring Oyarzábal y D. Clemente Hurcades Nogués en el ensanche de la villa auspiciado por el Ferrocarril de Córdoba a Málaga (1860-1865).

La Muñeca, manca ya del brazo derecho, fue desmantelada durante el mandato del alcalde D. Alfonso Ros García (1962-1965), rescatada en hora buena por la diligencia de D. Francisco Infante Prieto y donada por su liberalidad, entre otros tesoros fotográficos y bibliográficos del máximo relieve histórico, al Excmo Ayuntamiento de Pizarra el martes, día 14 de agosto de 2007, víspera de la festividad de la Virgen de la Fuensanta.

El viernes, 9 de julio de 2010, restaurada la imagen por el taller de Dª Estrella Arcos von Haartman, fue ésta restituida al patrimonio público sobre una peana marmórea frente a las puertas de la nueva casa capitular en una posición escorada de la Plaza de la Cultura.

Alejandro Rosas Fernández
Artículo publicado en "Apuntes Históricos de Pizarra"
Boletín del Ayuntamiento "Pizarra Información" nº10 (Agosto 2010)

viernes, 15 de marzo de 2013

Breves notas acerca de la sede del Ayuntamiento a través de su historia (2)

Esta foto muestra la Casa Consistorial o Ayuntamiento situado en la que se denominaba en ese momento Plaza de José Antonio (actual Plaza del Ayuntamiento) como puede apreciarse en el rótulo pegado en la misma foto.

Se estima que la foto fue tomada en el año 1970 aproximadamente. En ella se puede apreciar que el reloj todavía no estaba instalado.

Casa Consistorial en Plaza del Ayuntamiento. Año 1970 aprox.

Breves notas acerca de la sede del Ayuntamiento a través de su historia

El discreto lector debe discernir de antemano dos conceptos distintos entre sí, por más que entre ambos medie una relación lógica de contigüidad: uno es el Ayuntamiento en cuanto a órgano (palabra griega que significa "instrumento") de una Administración Pública Territorial Local (el Municipio); y otro es el Ayuntamiento como edificio destinado a abrigar ese órgano y constituir su sede (voz latina que expresa "silla").

Plaza del Ayuntamiento en 1975. Foto: Coronas
La persona que aparece junto al coche es Paco "el latero" según nos informan a través de Facebook.

Los habitantes de Pizarra, que primero fue la "Alquería de la Pizarra", después el "Lugar de la Pizarra", a continuación la "Villa de la Pizarra" y hoy el "Municipio de Pizarra", han gozado de un ayuntamiento propio, definidio según su primera acepción como órgano político-administrativo local dotado de un haz creciente de competencias a medida de los tiempos y a fuerza de pleitos, desde, al menos, el año 1548, cuando figura, entonces y en lo sucesivo, bajo la secular fórmula ritual de "Nos, el Concejo, Justicia y Regimiento del Lugar de la Pizarra", compuesto por un Alcalde Ordinario, un Regidor Único y un Alguacil Mayor y Alcaide de la Cárcel Pública, tríada de oficiales públicos añales o de elección anual por y entre el vecindario o común en cabildo abierto "a campana tañida" con ratificación ulterior de la Ciudad de Málaga desde el célebre Pleito de Varas (1591-1595), quien enviaba luego a los oficiales electos los símbolos de su nueva autoridad, circunscrita a la jurisdicción meramente pedánea: el bastón del alcalde, el título del regidor y el junco o "vara alta de justicia" del alguacil para franquear de esta suerte la solemne toma de posesión de sus respectivos cargos. El Concejo una vez constituido en legal forma, designaba a su vez otros oficiales públicos que no formaban cabildo, es decir, sin voz ni voto en sus deliberaciones: el Depositario del Pósito Público de Granos y el Mayordomo de las Rentas y Propios del Concejo. No obstante, tal corporación, inicialmente presidida, exempli gratia, por Juan Palomino, (a) Palominico, paje que fue en su niñez del fundador Diego Romero, en 1548, Hernando Guillén en 1579 y Alonso Boza el Viejo en 1588, no se halló en posesión de la plenitud de las potestades jurisdiccionales inherentes a una villa de realengo y pleno derecho hasta la expedición en 1818 y ejecución en 1822 del Real Privilegio o Gracia de Villazgo y la delimitación y demarcación ex novo de su término municipal a expensas de las villas limítrofes de Álora, Cártama y Casarabonela en el bienio 1847-1848.

Sin embargo, el Ayuntamiento de Pizarra no siempre ostentó la propiedad y posesión de un edificio público específicamente concebido para alojar las reuniones o capítulos de los miembros o capitulares de su consejo por ante un escribano público en calidad de autor y fedatario de sus actas en defecto de la figura pública jurídica del secretario municipal.

Todo el patrimonio inmobiliario del Lugar de la Pizarra, sin bienes patrimoniales o de propios que llamar suyos, se contraía en el siglo XVIII a los demaniales: el Pósito Público de Granos, la Cárcel Pública y la Carnicería Pública en un solo cuerpo de casa: "la Cárcel y Panera del Pósito". ¿Pero ... y la Casa Capitular? Ésta no existía como tal. Por tan poderosa razón, los señores capitulares se congregaban alternativamente ora en el Pósito Público, ora en la morada del Alcalde Ordinario "á falta de Casa Capitulares", tal y como reza el tenor literal de los libros de actas capitulares obrantes en nuestro castigado Archivo Municipal desde 1734.

El Pósito, fundado a instancias de Alonso Boza en 1572 y cuyos depositarios fueron, entre otros, Jerónimo de Rueda en 1579, Luis de Vargas en 1588 y Pedro de Rosas en 1618, hizo, pues, durante centurias las veces de Ayuntamiento cuando quiera que fuere menester hasta que, en el siglo XIX, el edificio, usurpado y despojado por la Grand Armée de Napoleón Bonaparte en 1810 y en estado "húmedo y ruinoso hasta mediados de este siglo", fue configurado bajo el principio de doble sede, desdoblándose en Pósito (surtido con 700 fanegas de trigo según el geógrafo Pascual Madoz) y en Consistorio; y aun de triple sede (Consistorio, Cárcel y Escuela) ¿Dónde? Ni más allá, ni más acá de donde ahora se eleva, pues, en centenares de años, el Pósito-Ayuntamiento mudó ciertamente de fábrica arquitectónica, más no así de solar en la manzana primigenia de nuestro municipio (Plazas del Ayuntamiento y de la Iglesia, calles Real y de San Pedro): el actual nº1 de la Plaza del Ayuntamiento, antes nombrada de José Antonio Primo de Rivera, antes de la República, antes de la Constitución, antes Real y aún antes de la Cruz como asimismo la Plazuela del Pósito.

Luís Bello Trompeta, periodista de El Sol de Madrid, nos prodiga esta detallada topografía de la Casa de la Villa fechada entre 1926 y 1929: "En la plaza y casa de la Villa, sitio de preferencia, está la escuela. Hay que pasar el zaguán. En el zaguán, dos puertas: una enfrente, para la escuela; otra a mano izquierda, para la cárcel. Hoy quedan abiertas las dos. Entramos primero en la escuelita, donde da clase a unos cincuenta niños un maestro bondadoso, reflexivo y serio: don Francisco Bravo Millán. Un gran arco, encalado, sirve de crujía central, y el techo de cañizo, sin cubrir, proyecta sobre las desnudas paredes no sé qué extraño reflejo pastoril y montaraz. Don Francisco trabaja con orden y método. Dirige su graduada, y él solo es todo el profesorado de Pizarra: Clase primera. Clase segunda. Clase tercera... La luz viene muy alta. En realidad, parece aquello un interior. Sucesivamente, y a veces simultáneamente, don Francisco atiende a sus tres clases, sin que le falte tiempo para soñar lo que debería ser la escuela de Pizarra si dispusiera él. Nos asomamos luego a la entrada del calabozo, cuya puerta se ofrece hoy de par en par. "No hay ninguno", nos dice un muchacho, desde fuera, para tranquilizarnos y sin duda para tranquilizarse él. En efecto, nadie; sobre los guijarros del piso, un cántaro, nulos hierros; unas paredes tan desnudas como las otras, pero algo más claras porque la reja del calabozo da a la plaza. Don Francisco se asoma a la puerta de su escuela para despedirnos. Con que quisieran los amos de Pizarra decir media palabra se librarían los niños de esta vecindad. Y mejor aún sería dejar la escuela para cárcel, o para mejor destino, y darles al maestro y a sus discípulos otro local".

El edificio que hasta nuestros días ha constituido el noble asiento de la corporación municipal de esta villa, erigido sobre tan histórico solar, fue públicamente inaugurado el lunes, día 28 de agosto de 1950, siendo alcalde D. Francisco Rosas Moreno, (a) "el Alcalde Viejo".

Cincuenta y nueva años después se yergue en la Plaza de la Cultura, tierras que fueron del partido rural y extinto Cortijo del Ejido, propio del mayorazgo dundado por Diego Romero en 1507 y, una vez desvinculado y enajenado, de D. Cristóbal Díaz Trujillo ("La Huerta de Don Cristóbal") en el siglo XX, el moderno edificio del Ayuntamiento de Pizarra, un sobrio como robusto cubo blanco delineado con arreglo al proyecto vencedor del concurso público convocado ad hoc e inequívocamente titulado Tiza: es el viernes, día 5 de febrero del 2010.

Alejandro Rosas Fernández
Artículo publicado en "Apuntes Históricos de Pizarra"
Boletín del Ayuntamiento "Pizarra Información" nº9 (Marzo 2010)

NOTA: Este artículo fue publicado en un boletín especial con motivo de la inauguración del nuevo edificio del Ayuntamiento que tuvo lugar el 5 de febrero de 2010 y al cual asistió el Presidente de la Junta de Andalucía, D. José Antonio Griñán Martínez.

Un Santo de sangre pizarreña: San Rafael Arnáiz Barón (1911-1938)

La Villa de Pizarra y, en especial, la feligresía de su Iglesia Parroquial de San Pedro Apóstol pueden hoy felicitarse legítimamente de una buena nueva: Su Santidad el Papa Benedicto XVI canonizó en la ciudad de Roma el pasado domingo, día 11 de octubre de 2009, al Hermano María Rafael, en el siglo pasado Rafael Arnáiz Barón, monje de la Orden Cisterciense de Estrecha Observancia o Trapense.

 
Nada significarán las letras de este proemio con respecto a nuestro municipio si los gentiles lectores no descubren, merced a su lectura, que por las venas de este nuevo santo de la Iglesia Universal fluyó con vigor la sangre pizarreña por herencia de su tatarabuela por línea materna Dª Catalina Navarro de Rosas, nacida y bautizada en Pizarra el 22 de octubre de 1799, hija de D. José Navarro Prieto y Dª Antonia de Rosas y Muñoz-Valderrama, y desposada con D. José Mª de Cea-Bermúdez y Buzo en 1816.

Rafael Arnáiz Barón nació en la ciudad de Burgos el día 9 de abril de 1911 en el seno de una ilustre familia. Bautizado en la legendaria iglesia de Santa Gadea de la Jura, siguió sus estudios con los padres jesuitas, primero en Burgos y después en Oviedo. Ganado el bachillerato, se matriculó como alumno de la Escuela Superior de Arquitectura de la Universidad Central de Madrid en 1929. Varón de nobilísimo y purísimo espíritu, el látigo de la enfermedad castigó sin embargo hasta el extremo su frágil cuerpo desde la niñez: fiebres paratifoideas, pleuresía y, sobre todas, una atroz diabetes.

Una excursión al monasterio de San Isidro de Dueñas (Palencia) por consejo de sus tíos maternos, los Duques de Sessa, Maqueda y Santángelo, Grandes de España, alimentó la simiente de su vocación monástica en 1930. Cumplido el servicio militar, resolvió ingresar en esta abadía trapense con el nombre de Fray María Rafael el día 15 de enero de 1934. La diabetes le infligió entonces su máximos estragos. En la soledad de su celda y el rigor de la regla de la Trapa, las formidables tribulaciones que señorearon su carne no hicieron sino acrisolar las eximias virtudes cristianas de su alma hasta el grado heroico. Tres veces hubo de quebrar su clausura por causa médica y otras tantas la reanudó en cuanto tuvo aliento para el retorno, aunque fuese ya en calidad de oblato.

Contemplando el inminente fin de sus días, su abad le impuso simbólicamente el escapulario negro y la cogulla trapense en cumplimiento de su vehemente deseo de morir con ella. Durante su agonía, sintió una sed férvida y, procurándose apenas una gota de agua, declinó tomarla "en sacrificio por la Humanidad". Exhaló su último suspiro el 26 de abril de 1938 a los 27 años de edad por defecto de un coma diabético.

La fama de santidad y milagros obrados por el Hermano Rafael fundaron sus sucesivos procesos de beatificación (1962-1992) y canonización (2005-2009), respectivamente coronados por S.S. el Papa Juan Pablo II el 27 de septiembre de 1992, quien ya había evocado su figura como Modelo de la Juventud del Mundo en 1989 y por su sucesor en el solio pontificio, S.S. el Papa Benedicto XVI, el 11 de octubre de este año. 

San Rafael Arnáiz es valorado como uno de los grandes místicos del siglo XX. Su festividad es celebrada por la Iglesia Universal el día 26 de abril, aniversario de su fallecimiento.

¡Albricias, Pizarra, alégrate y congratúlate en feliz hora: uno de tus nietos es santo!

A la memoria del Sr. D. José Fernández López de Uralde (1924-2009)

Alejandro Rosas Fernández
Artículo publicado en "Apuntes Históricos de Pizarra"
Boletín del Ayuntamiento "Pizarra Información" nº8 (Diciembre 2009)


La Fuente de los Cuatro Caños

La Fuente de los Cuatro Caños radicó en el extremo septentrional de la plaza de la villa, donde principiaban la calle de la Fuente y la colada de la Jabonera, adherida a la portada de un edificio respectivamente comprehensivo de la cárcel y los lavaderos públicos en sus plantas superior e inferior. Su caudal dimanaba del Nacimiento de la Fuente de la Salud, partido de la Dehesa, mediante una cañería de atanores reemplazada después por una tubería de hierro, y derramaba por cuatro caños metálicos a un pilar rectangular vertiente a su vez a otro inferior, adyacente a su flanco diestro y destinado a abrevar el ganado. Los derrames circulaban a continuación por los lavaderos públicos labrados al dorso hastra drenar a una primera alberca intramuros del Jardín del Palacio del Conde y Huerta Grande de la Vega de Puerto Hermoso, secularmente fertilizados con su remanente. Es fama que entre los cuatro caños de la fuente, tres fueron dorados y uno negro, llamado por su color el caño de los gitanos, e incluso que en tiempos precedentes a la formación del término jurisdiccional de la villa a expensas de las limítrofes en 1847 dos de los caños fluyeron en jurisdicción de Pizarra y los otros dos en la de Álora.

La fuente durante la nevada de 1954

La Fuente Pública del Lugar de la Pizarra, nominada en los siglos contemporáneos de los Cuatro Caños, fue labrada con una alberca en 1515 a instancias de Gonzálo Suárez de Figueroa, deseoso de asegurar la viabilidad de la alquería fundada por su suegro Diego Romero (+1507), Regidor de Málaga y Señor de la Pizarra, en un agreste cañaveral y palmar durante el último lustro del siglo XV. El lustroso caballero hizo esculpir sobre el pilar de la fuente las armas parlantes de su esclarecida alcurnia, y el año de su erección, 1515, con ánimo de perpetuar de esta suerte la memoria de su acción. 

Manuel de Rosas, Mayordomo de los Propios y Rentas del Concejo, Justicia y Regimiento del Lugar de la Pizarra, desembolsó la suma de 27 reales de vellón a Juan Álvarez, albañil, "por haber adobado el pilar y la fuente y el lavadero de este lugar" en 1628.

Los delegados del Real Consejo de Órdenes reconocieron la fuente el día 5 de enero de 1663 con ocasión de las diligencias de la prueba armera del mayorazgo D. Juan de Figueroa y Vargas, pretendiente del hábito de Alcántara: "Y en la fuente de la plaza está un escudo de piedra muy antiguo adonde sólo se conocen las armas de los Figueroas". Los Protocolos Notariales de Pizarra de Pizarra son liberales en detalles relativos a la reparación de la cañería descedente desde su manantial en la sierra de Gibralmora.

En un padrón fiscal fechado en 1699, primer documento del Archivo Municipal de Pizarra, figura entre el viario público el Barrio de la Fuente, alineado en su derredor. El Catastro del Marqués de la Ensenada bosquejó la figura de un pilar rectangular rematado por un símbolo cruzado en 1751. Pascual Madoz encareció en 1849 sus "buenas aguas para el surtido del vecindario". En 1859 el Ayuntamiento procedió ante el Gobierno Civil de la Provincia contra la obstinación del Conde de Puerto Hermoso, refractario a contribuir con una participación de 2.000 reales en los gastos de composición de la cañería pública, intimándole con la expropiación de los derrames de la fuente mediante su traslación a un emplazamiento más céntrico de la villa.

El escritor sevillano Augusto Jerez Perchet la contempló con sus cuatro caños manantes en 1884: "Al salir del pueblo por el lado del noroeste ó sea por el sitio donde se encuentra la Plaza, en uno de cuyos frentes hay un pilar con cuatro surtidores que arrojan agua límpida, arranca un camino abierto entre campos se trigo". Los señores capitulares congregados el día 17 de diciembre de 1899, aseveraron que "la antigua fuente de Cuatro Caños con pilares y lavaderos situada a un extremo de la plaza tenía un número que decía año 1515". La delineación de la avenida de la Fuensanta por el eje de la calle de la Fuente y de la colada de la Jabonera durante los años sesenta del siglo XX determinó el desenlace de su centenario decurso histórico. La fuente del Barrio, inaugurada en 1963 y remodelada en 1981, la sucede en nuestros días a un tiro de piedra.

Alejandro Rosas Fernández
Artículo publicado en "Apuntes Históricos de Pizarra"
Boletín del Ayuntamiento "Pizarra Información" nº7 (Agosto-Diciembre 2008)